De los 16 platos de atún que tenían que servirse este fue el único que era rojo. El resto era atún, sin más. Cuando se pacta y se paga atún rojo lo que se espera es precisamente eso, es fácil. Eso si, estaba exquisito y estamos seguros que a los otros 15 comensales les hubiera encantado probarlo.
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