RESTAURANTE "CORTIJO BRAVO"


Si hay algo que resaltar por encima del resto de las cosas y que le hace a uno sentirse a gusto es el entorno, las vistas, la tranquilidad, la ausencia de ruidos.... Si, ya... hemos ido de comida y no de turismo, pero las primeras impresiones cuentan mucho. El servicio se esforzó en todo momento por nuestro bienestar y porque todo saliera satisfactoriamente. Nuestro agradecimiento por ello a Elisa Moreno y a Nacho, maitre y jefe de cocina respectivamente que nos trataron a cuerpo de rey y por su empeño en que nos sintiéramos cómodos.
De innovadora se podría describir la cocina. Sabores de siempre cocinados de manera distinta. Lo clásico se funde con lo moderno. Desde un gazpacho de fresas a unos aguacates del terreno o un buen pescado. Es verdad que no todo salió como esperabamos. Algunos platos no estuvieron del todo acertados, como la crema de aguacates o la brocheta de rape, pero estamos convencidos de que es algo puntual y que esto pasa cuando un buen cocinero quiere hacer cosas nuevas y descubrir nuevos sabores. Sabemos de su propia boca que Nacho seguirá experimentando y conseguirá hacer una excelente crema de aguacates. Materia prima no le falta, desde luego. Nosotros estamos dispuestos a repetir y comprobarlo in situ. A destacar que después de haberle expuesto nuestras "quejas" los platos con los que mostramos nuestra disconformidad no nos lo cobraron.
Finalmente, la relación calidad-precio es buena. No sabemos a cuanto habría ascendido la cuenta si nos hubieran cobrado todos los platos, pero aun así, no hubiera subido lo suficiente como para decir que el precio es superior a la calidad.
Después de la comida, más. No , no.. no otra comida (que si habrá) ni más comida en el mismo sitio.. no, no.. después de la comida hay que continuar el día. Si importante es la comida, motivo por el que nos reunimos y creamos este blog, igual de importante es disfrutar de la compañía, segundo motivo por el que se creó. Se trata de disfrutar el dia hasta que el cuerpo aguante. Café o copa en Torre del Mar y después a Málaga a bailar un rato y dicho sea de paso, bajar todo lo que nos habiamos comido. Cuantas veces más vas a leer esto para enterarte que pasó en vez de venir y vivirlo en primera persona?

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